Nostalgia

 
No te veré a los ojos, miraré tus mejillas para saber cómo y dónde acercarme. Lentamente respiro exhalando profundo en un llamado a tu aliento, estoy cerca, a 5 centímetros de tu rostro y puedo oler la sangre inyectada en tus labios. ¿Debería tomarte por la barbilla o entrelazar los dedos en tu cabello? Optó por el cabello atrayéndote hacia mi. Nuestros labios se tocan con una presión cálida y un poco húmeda que antecede al temblor y la succión. Un par de segundos y el beso es ahora partículas del pasado. Me aparto sonriendo y pregunto: ¿Qué opinas?, pero no recibo respuesta sólo una mueca estupefacta detrás de tus lentes empañados. Acaricio de nuevo tu mejilla, tomo con ambas manos tu rostro deseando sentir de nuevo la calidez de tus labios... nuestras bocas se rozan con suavidad y ahora mi respiración se detiene, no pienso más que en sentir de nuevo esa ternura tan tuya. Te beso por unos segundo, me aparto despacio preguntándome porque no me miras. ¿Será pena, será profunda duda? Sonrió en silencio para agradecer la réplica del beso, sé que estás mirando y de pie frente a ti dudo si acercarme, ya que estoy en deuda con tus brazos. Me aproximo para abrazar tu cuerpo y reposar mi rostro en tu pecho. Hueles a calor y luz del día, lo cual agradece este friolento cuerpo mío. El tiempo transcurre insignificante, pero se que en algún momento debo apartarme y aceptar que sólo pertenecemos a estás letras y a nuestra mutua lectura.

Comentarios

Entradas populares