Carta03


Autor: @MuereMata | jue, 14 de jun. de 2018 19:02

Te propongo a Apolo y a Dionisio, entre la armonía y el frenesí, el beso de vino y muerte, la caricia que conforta y da vida. La ceremonia sagrada de la carne, el desenfreno, la locura, te propongo, la caricia debajo del vestido, la infidelidad, el incesto, la delicia de lo prohibido, el encanto de la guerra a goce abierto. Te propongo el vino en tus pechos, el ajedrez en tu vientre, el sexo como la apología de la destrucción y la belleza. Los códices mayas, los jardines con jazmines, una barca de estrellas que lleve tu alma a mi alma, te propongo, el apapacho de los demonios, el juego de estar vivos, las travesuras que llenan el espíritu de fascinación y espanto. Ángeles sádicos bailando en nuestro beso, la crítica de la razón erógena, el estallido del universo dentro de nuestra sangre, el cantar de los cantares, el país de las maravillas, te propongo, poderosa e interminable, inframundo prehispánico, Ixtab, bebida de dioses, ensayo sobre la ceguera, campo de fresas, la esencia. Te propongo los callejones oscuros, el apocalipsis, el caos esculpido en el jardín colgante de Babilonia, el verso y el verbo, las poesías de rosas y orquídeas, te propongo, el vitalismo de la muerte, los campos de maíz, el cielo, el río lleno de ninfas, el canto de las sirenas, la fenomenología de tu belleza. Te propongo el azote de Dios, de la moral, la caída de los imperios, la anarquía de sabernos ilusiones, la autarquía de sabernos amantes, te propongo, los poemarios del simbolismo francés, el romanticismo alemán, los sonetos recitados en los árboles, el deseo que es como un búfalo atravesando nuestros cuerpos, la luna pícara, el rocío de la mañana, el gemido que es erotismo inoculado en la sangre, las luciérnagas iluminando tus caderas. Te propongo la conquista del espíritu sobre la materia, el whisky y las desveladas, una enredadera de secretos dulces, la risa y el suicidio de Calígula, epistolarios de entelequia, todas mis fantasías pornográficas, árje de la physis, te propongo, el universo en la palma de nuestra mano, el dragón rojo, el canibalismo, el fénix reviviendo. Te propongo los fonemas y morfemas mezclándose en la transgresión del aullido, los silencios meciéndose en tus piernas, las palabras que son caramelo en los sentidos, tantra, Veda, palabra, abundancia y sabiduría, tótem de suspiros, onomatopeya gozosa, te propongo, un enjambre de besos, un metalenguaje voluptuoso, el encuentro y el laberinto, el crimen y el castigo. Te propongo romper los límites, satélite de amor, esbozo del vértigo, los mil soles estrellándose contra tu espalda, rompecabezas celeste, te propongo el hotel de paso del Edén, tú tendida en la cama y yo haciéndote un vestido de besos, el campo de trigo, el tango argentino, la ebullición de la otredad, te propongo, reescribir a mordidas toda la poesía del mundo, la epistemología de la demencia, la coincidencia de opuestos goces, la contemplación, la música y el arte. Te propongo la bondad y la crueldad, la inspiración, cuartear el tiempo, bebernos los instintos, el punto de fuga en la pintura de la vida, guillotinas en los temblores, la venganza contra el olvido, te propongo, nuestros cuerpos libres y libertarios, contestatarios, el ruido esculpido en la melodía, el rock y el jazz, una gota de licor deslizándose lentamente por tu espalda mientras yo fumo estrellas. Te propongo la danza, la perversión y el atrevimiento. Movimientos ondulatorios, la intemporalidad del tiempo, tu aroma y mi lengua, te propongo, una mañana en la oficina, una tarde en el restaurante, una noche en tu casa, una madrugada en un hotel de paso. La trepidación del mar de tu alma, besos y mordidas en tus pezones, flor de loto, la risa como única arma para despedazar todo muro moral, el deseo que viene recorriendo la historia como una manada de búfalos metafísicos, te propongo, escribir con mi lengua en tu espalda que tu cuerpo es mi galaxia, el Ahora que es como un vestido transparente a través del cual veo tu cuerpo, una parvada de aves eléctricas en los huesos. Te propongo la contemplación estética del erotismo de la nada, desvanecernos cuerpo a cuerpo, la música convertida en vapor para inflamar nuestros pulmones con las más deliciosas metáforas, el mar, la fuerza y la ternura del mar, te propongo, el evangelio de la colisión de bocas y las lenguas envenenadas, tres eternidades dentro de un orgasmo, los libros abiertos y deshojándose, la furia animal, la libertad total, el destierro.

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